El topónimo de Altea viene del griego ltahia que
significa “yo curo”. Durante la última fase del dominio musulmán, Altea
perteneció a la taifa de Denia. Fue conquistada en 1244 por Jaime I de Aragón y
repoblada con cristianos, obteniendo la carta puebla en 1279.
La historia de Altea está marcada por el paso de muchas
civilizaciones, íberos, griegos, fenicios, romanos y musulmanes han dejado su
huella y su influencia.
Los griegos y los romanos se dedicaron al comercio,
estableciendo factorías de salazones en toda la Costa Blanca. Los árabes
mejoraron la agricultura de la zona e importaron las artes de pesca más
sofisticadas.
En siglo XVII la población sufrió una época de
decadencia, con la expulsión de los moriscos en el año 1609 y los ataques de los piratas que por aquella
época eran muy frecuentes. Un hecho histórico es el desembarco de la armada del
Archiduque Carlos de Austria, que permitió al general Basset conquistar de
Denia hasta llegar a Valencia.
Altea ha sido siempre una población de especial
atracción para todo tipo de artistas, pintores, escritores, músicos, etc, que
en la década de los 60 y 70 la convirtieron en el lugar de encuentro para el
mundo bohemio Eberhard Schlotter, Marisol, Rafael Alberti, Vicente Blasco
Ibáñez, son algunos de los personajes que no han podido resistirse a los
encantos de Altea. Seguir