Su padre, consciente de la precoz habilidad de su hijo,
abandonó su carrera musical para dedicarse exclusivamente a la formación de
Mozart. Primero lo instruyó en el arte del violín y el piano, pero al notar sus
increíbles habilidades para la composición, comenzó a enseñarle también a
componer. Así, a sus seis años, Mozart compuso un minueto y un trío para piano,
lo que más tarde se convertiría en el número 1 del catálogo Köchel.
AGRADECIMIENTO
Se agradece infinitamente a todos los autores de las imágenes empleadas para elaborar estos singulares sellos de ficción porque, sin ellas no hubiese sido posible. Por la complejidad de su elaboración en muchos casos resulta imposible hacer referencia de los mismos. sellosficcion@gmail.com
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sábado, junio 18, 2022
Mozart, el joven genio (II)
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