Los cazadores furtivos están acabando con los elefantes
por su marfil, con los rinocerontes por sus cuernos y -aunque es mucho menos
conocido- con los cálaos de yelmo por su pico.
La Conferencia Mundial de la Vida Salvaje que se celebra
del 24 de septiembre al 5 de octubre en Johannesburgo (Sudáfrica) está
actualizando muchos de los problemas que afectan con la caza furtiva y el
comercio ilegal de especies en buena parte de nuestro planeta.
En algunos casos, los problemas son endémicos y
ampliamente conocidos pero en Johannesburgo los miembros de la Convención sobe
el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES por las siglas en
inglés) están analizando también algunas crisis que hasta ahora han pasado casi
desapercibidas para los medios de comunicación. Seguir
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